Ojos verdes, profundos y de verdad, pelo negro largo, gorro blanco y una voz que hipnotiza. Así, natural, espontánea, se presentó la reconocida actriz venezolana Gledys Ibarra ante los periodistas venezolanos en Madrid que la esperaban para conversar con ella, al estilo Venezuelan Press: de cerca y sin cortes comerciales. El del 22 de enero, en Mocca Café, fue el mejor plan para una noche lluviosa de invierno. ¡Nada podía superar escuchar en directo a Eloina Rangel, a Luna Camacho, a Patria Mía, a Tomasa, en Madrid!

“No soy la misma Gledys que ustedes conocen”, fue lo primero que dijo. Y no se equivocó.

La que estaba sentada a nuestro lado desprendía dolor en cada palabra, en cada gesto. Y así nos lo confesó, “quienes estamos fuera, somos portadores de un dolor que se llama Venezuela, porque estamos aquí, pero nuestra cabeza sigue estando allá”.

De visita en Madrid, presenta dos obras de microteatro: Cómplices y Todo es una mierda, los días 29, 30 y 31 de enero, junto a sus colegas y compatriotas Arlette Torres y Aitor Gaviria, bajo la dirección de Manuel González Ruiz y la producción de Mago Atelier. “Es una estupenda alternativa para llegar al público. Los tiempos cambian” dijo, convencida de que en Madrid estas obras tendrán el mismo éxito que tuvieron durante las cuatro temporadas que se presentaron en Miami. Y nosotros también, porque hay un público que la adora, y que quiere disfrutar de sus ojos verdes que tanto recuerdan a las noches en familia.

La supervivencia

Como todos los venezolanos en esta difícil etapa que nos ha tocado vivir, Gledys también se ha reinventado. Unos venden ropa interior puerta a puerta, otros vigilan un local nocturno. Quienes se quedaron en la calle en 2007, cuando el entonces presidente Hugo Chávez cerró el canal de televisión RCTV, están haciendo de todo “porque la gente tiene que sobrevivir. Son tiempos difíciles y hay que ser tolerantes con la necesidad”, explica ella.

Para nuestra suerte, la reinvención de Gledys ha sido como escritora y directora de obras de teatro infantil. “El árbol de chocolate”, que habla de un pueblo verde cuyos pobladores se sustentan gracias a su fábrica de chocolates, o “El vuelo de las mariposas” que cuenta entre su elenco a Tania Sarabia, Amanda Gutiérrez, Franyi Rodríguez, María Cristina Lozada, Rafael Romero, Rolando Padilla y hasta “Coquito”, son dos buenos ejemplos de que la vida fuera de RCTV la ha enriquecido. Y le brillan los ojos –más- cuando habla de la obra que está escribiendo en honor a su nieto. Porque es abuela, por cierto, de las que Twitter, Facebook e Instagram apenas comienzan a formar parte de su vida. Sus cuentas oficiales, que lleva ella misma “porque no hay presupuesto para pagarle a nadie” –confiesa- apenas tienen un año abiertas. ¡Y tiene más de 12.000 seguidores!  Esto sí que es patria.

La esperanza

Un objetivo, de entre muchos, nos movió para organizar este conversatorio: saber cómo se sentía Gledys, un ícono de la Venezuela más pura, estando tan lejos. “Cuando participé en el apoyo que los artistas le hicieron a Capriles, dije que yo no vivía fuera de Venezuela, porque todo de mí sigue estando allí, mi familia, mis amigos, mis historias. Yo siento que salgo, hago cosas fuera, y regreso. Todo lo que produzco es siempre para comprar un pasaje e ir a mi casa".

Fui a votar y en febrero quiero regresar. No puedo vivir pensando que voy a estar mucho tiempo fuera.

Y a la pregunta obligada de “¿volverás?”, la respuesta lo fue aun más: “tengo esperanza total de volver”. Y hablando de volver, en la que también la vimos esperanzada fue en la vuelta de la telenovela “Piel Salvaje” que, con sello RCTV, sale al aire este 25 de enero por la señal de Televen. Está basada en “La Fiera” pero, aquí entre nos, creemos que en lo que realmente está basada es en la esperanza de que quien volverá pronto será el canal “Donde tú te ves”. Amén.