Gallinas cantando como gallos

Cuando Mandela fue liberado, luego de 27 años, uno de sus primeros viajes internacionales fue aVenezuela, donde la Universidad de Carabobo le confirió el Doctorado Honoris Causa. En el acto, Mandela agradeció al pueblo venezolano por “la presión internacional ejercida, la cual, había sido decisiva para lograr el debilitamiento final del apartheid”.

¿Podríamos imaginar un Mandela clamando porque nada se le hiciese al apartheid a nivel internacional para que no se perdieran unas elecciones? Evidentemente no. Dicha presión contribuyó al famoso “un hombre, un voto” que garantizó elecciones equilibradas en la Sudáfrica de la época.

En el presente, y ante la sistemática violación de los Derechos Humanos del régimen de Maduro, la presión dentro y fuera del país, es vital. La formas de lucha para alcanzar la democracia y la justicia pueden ser y son variadas. Excluir unas y pontificar otras es restar posibilidades para dar al traste con la dictadura. Ahora bien, ¿qué se nos ha planteado a los venezolanos?

1.- No hacer nada contra el régimen (se cae solito). Si esto fuera cierto, el día que, frente al fraude electoral se nos mandó quedarnos en casa y hacer “bailoterapia para sacarnos la rabia”, debió ser el más ganancioso de nuestra historia republicana… y no lo fue.

2.- Si creer tan solo en elecciones como mecanismo de salida del actual régimen fuera lo correcto, la mitad de la dirigencia opositora no podría estar allí ya que acompañó la intentona de 2002. Y si mantenernos en suspenso fuese lo mejor, Capriles ya sería presidente.

3. Si algún “encuestador” tuviese razón al descalificar la protesta de calle, el país estaría postrado esperando el 2021 y no pleno de molestia y críticas constantes.

Venezuela y su gente sufren por tener un gobierno malo y maquiavélico y, una oposición lenta y equívoca en la cual algunas gallinas intentan cantar como gallos.

Otros

Los diputados oficialista de la Asamblea Nacional aprobaron este martes declarar al ex presidente español Felipe González persona non grata, por su supuesta intervención en los asuntos internos del país. El muy criollo parlamentario, Yul Jabour, fue quien puso sobre la mesa la ya aprobada propuesta. Total es que este régimen la ha agarrado con sus pares, si tomamos en cuenta que el ex presidente español es socialista. Colegimos entonces que según los “revolucionarios” venezolanos, hay socialistas buenos, como los ibéricos de Podemos, y otros… muy malos.

Lo que sí no solicitan los parlamentarios chavistas-maduristas, ni tampoco los de la oposición, es indagar sobre la denuncia hecha por el corresponsal del ABC en Washington, Emili Blasco, aparecida este lunes en referencia a lo que tanto se ha comentado en Venezuela: El fraude en los comicios de abril. “Las computadoras secretas de los chavistas lo indicaban bien claro. A las seis de tarde, la hora en que el 14 de abril de 2013 debían cerrar los centros electorales en Venezuela, las presidenciales las había ganado Henrique Capriles Radonski” sin embargo, un sistema informático paralelo al instalado en la sede del CNE, “permitía al chavismo saber en tiempo real a lo largo del día la evolución del voto, así como el número de votos falsos que debía producir para girar el resultado”…

Según cuenta Leamsy Salazar -del primer anillo de seguridad de Chávez y escolta luego de Diosdado- personaje central del artículo de Blasco, “ese día se cayó el sistema de internet… Cuando se restituyó, las pantallas de las computadoras comenzaron a revertir la situación: iban llegando más votos para Maduro. El clima cambió en la sala y los jerarcas chavistas empezaron a reírse cínicamente. «Estabas cagado, ¿verdad?», se tomaban el pelo entre ellos. Al final de la noche, el CNE proclamó vencedor a Maduro por 223.599 votos: le atribuyó 7.587.579 (50,6 por ciento), frente a los 7.363.980 de Capriles (49.1 por ciento). ¿Qué había pasado?”

Frente a unas parlamentarias, aun sin fecha cierta, bien valdría la pena investigar sobre esto.

@NituPerez