Edo y Laureano: Desentrañando la historia de Venezuela en tono de humor

Para los venezolanos que vivimos en Madrid, poder acercarnos al restaurante El Apartaco -cercano a la glorieta de Bilbao – nos permite reencontrarnos con los sabores de nuestra patria: tequeños, arepas, papelón con limón… Pero, el domingo 25 de noviembre, los periodistas agrupados en Venezuelan Press tuvimos el privilegio de reencontrarnos más profundamente con la historia de nuestro país gracias a la visita de dos estimados compatriotas: el caricaturista Eduardo Sanabria -Edo- y el humorista y politólogo Laureano Márquez. Y así transcurrió todo.

Una maleta de libros

Historieta-de-VenezuelaLlegaron con una maleta repleta de ejemplares de su nuevo libro Historieta de Venezuela: de Macuro a Maduro, proyecto en el que estuvieron trabajando durante dos años comunicados por Skype -como hacen los miembros de una familia venezolana en la diáspora-; Edo desde Miami, EEUU, y Laureano desde Tenerife, Islas Canarias, España.

Los periodistas ocupamos un gran mesón en el segundo piso del restaurante. Laureano fue a cada uno de los puestos saludándonos con su característica humildad y calidez, recordando el gesto de Jesús lavando los pies de los apóstoles en la Última Cena. Luego se sentó en la cabecera para mostrarnos su nuevo hijo literario de apellidos Sanabria-Márquez. La gira europea con su libro los ha llevado por Vigo, Tenerife, Mayorca, Lisboa, París, Londres y Milán. Luego de su paso por Madrid irán a Barcelona y a Colonia. En el 2019 lo llevarán a Estados Unidos y esperan también a Venezuela “por los caminos verdes, a través del ELN o como sea”, bromea Laureano.

2 años de producción

Laureano MárquezEs imposible que Laureano no muestre sus habilidades para jugar con las palabras despertando una sonrisa en los asistentes, apelando a su inteligencia: “Este es un emprendimiento, o más bien un desprendimiento”, haciendo referencia al arduo trabajo que lleva la autoedición y al peso de hacer la distribución por cuenta propia.

“Somos humoristas pobres, que no pobres humoristas”, aclaró.

Esta no es la primera vez que Edo y Laureano trabajan juntos. En una oportunidad estos dos quijotes intentaron luchar con los molinos de viento de la pobreza en Venezuela editando un libro en el que se enseñaba a construir viviendas, con el fin de mejorar la edificación de casas en zonas populares. Ahora, su nuevo libro pretende servir para despertar la conciencia política con respecto al caso venezolano.

“El tema histórico es importante porque la historia se ha tergiversado. El humor es un anzuelo para comprender el problema político. Cuando hicimos este libro pensamos sobre todo en los jóvenes”, afirmó Laureano.

En la creación del libro, los oficios de dibujante y escritor llegaron a combinarse. Mientras Edo le sugería a Laureano ideas para los textos, este le aportaba sugerencias para las imágenes. También contaron con el apoyo de la esposa de Edo en el diseño final del producto.

La idea era culminarlo antes de diciembre de 2018, al ser una fecha emblemática por cumplirse 20 años de la ascensión del chavismo en Venezuela.  “Laureano y yo tuvimos una agenda de hierro, mucha disciplina, por el tema del horario: él en Tenerife y yo en Miami”, comentó Edo. El caricaturista ya se había embarcado antes en mostrar relatos históricos con caricaturas, cuando trabajó sobre la presencia de judíos en Venezuela y sobre la historia de Ana Frank.

Entre raíces, ramas y redes

Para explicar lo complejo del trabajo de producción, Edo cuenta que tras varias horas de conversación analizando un periodo histórico concreto, como por ejemplo el del presidente Luis Herrera Campíns, y luego de elaborar un bosquejo de imágenes para ese periodo, tuvieron que volver a atrás cuando al analizar el inicio del periodo chavista recordaron un hecho importante que ocurrió precisamente durante el gobierno de  Herrera Campins: el juramento en el Samán de Güere.

Al estudiar el intento de golpe de Estado de Hugo Chávez contra el entonces presidente constitucional Carlos Andrés Pérez el 4 de febrero de 1992, Edo y Laureano recordaron que años atrás el grupo insurgente liderado por Chávez había realizado un juramento ante el emblemático árbol.

A lo largo de la conversación surgió varias veces la inquietud de si las nuevas generaciones de venezolanos o personas de otras nacionalidades podrían comprender lo plasmado en el libro. Reconocen que aunque hay guiños que en primera instancia serán captados sólo por quienes vivieron en el país esos periodos históricos, confían en haber presentado el relato de manera que todos logren captar la esencia general de lo que ocurrió en el país.

Para todo lo demás, los lectores podrán contar con Youtube, Google, Wikipedia o un abuelo solidario que explique la trascendencia de un árbol ante el cual se reunió el Libertador Simón Bolívar y de cuya planta hasta se conservan con celo hasta sus nietos. También podrán conocer a un personaje de telenovela llamado Eudomar Santos y comprender por qué los autores del libro lo comparan con el prócer venezolano José Antonio Páez por su recordada frase "Como vaya viniendo, vamos viendo".

Comprenderán la referencia que se hace al poner en boca de Fidel Castro la frase “Lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados”, refiriéndose a la invasión frustrada a Venezuela en Machurucuto pero haciendo un giño con la intentona golpista que luego haría Chávez. O entenderán por qué a los extranjeros en Venezuela se les llama musiú en como una derivación de la palabra francesa monsieur.

Laureano y Edo en Madrid

El color de nuestro dolor

Laureano explicó que cuanto más cercano en el tiempo era el periodo en el que estaban trabajando, más difícil se hacía la tarea de plasmar con humor la historia. Para explicarlo, comentó que no es lo mismo tratar por ejemplo la muerte de un emperador romano que el caso reciente del asesinato del concejal opositor Fernando Albán mientras estaba custodiado en las instalaciones del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).

“La distancia historia nos permite tratar algunos temas con humos más fácilmente que otros”, dijo.

Edo comenta que utilizó el color para ir mostrando la evolución histórica del poder en Venezuela. Usó el blanco y el verde en los periodos de gobiernos democráticos previos al surgimiento del chavismo –en alusión a los colores emblemáticos de los partidos que gobernaron esos periodos-, y luego fue incorporando el rojo y los colores tierra para mostrar la irrupción de Chávez.

La última imagen fue la más difícil de hacer. No queríamos ser fatalistas”, confesó. Pecando en hacer un spoiler comentamos que dicha imagen muestra a Venezuela representada por una mujer a la que abrazan Nicolás Maduro y Diosdado Cabello con cinturones explosivos en sus cinturas.

Leit motiv: el autoritarismo

La historia es cíclica y tiene a repetirse, aunque con otros personajes y en otras circunstancias. Laureano cree ver un cierto leit motiv en la historia de Venezuela que desearía ayudar a erradicar presentando obras como la de su historieta: el autoritarismo.

“Pareciera que en el alma del venezolano hubiera la necesidad de un régimen autoritario, de la postergación del poder civil”.

Estudiando 500 años de la historia de Venezuela, Laureano observa que el periodo más fructífero en todas las áreas fue cuando los venezolanos decidieron apostar por el poder de los civiles, luego del llamado Pacto de Punto Fijo, acuerdo de gobernabilidad entre los partidos políticos venezolanos AD, Copei y URD, firmado el 31 de octubre de 1958 y al que Chávez atacaría durante todo su mandato.

Pese a esto, Laureano reconoce que la elaboración del libro le sirvió para ver con nuevos ojos a los personajes de la historia venezolana. Ya no los clasifica en malos y buenos. Recuerda lo que dice en la entrada de la iglesia de La Pastora: "Nadie es tan bueno que no necesite entrar y nadie es tan malo que no pueda entrar".  Para ejemplificar esto recordó el pago de la deuda externa en el periodo de Gómez, el enfrentamiento con las potencias extranjeras de Cipriano Castro o la construcción de infraestructuras durante el periodo de Marcos Pérez Jiménez.

También mencionó aspectos conmovedores de la historia venezolana, vomo cuando el presidente Isaías Medina Angarita describía su gobierno como aquel en que no hubo ninguna madre que hubiera llorado la muerte de un hijo. O cuando los venezolanos que votaban por primera vez optaron en hacerlo por nuestro más importante escritor, Rómulo Gallegos –autor de Doña Bárbara.

Una historia variopinta

Eduardo Sanabria -EdoAunque el hilo conductor del libro es el poder, los autores no dejaron de tocar hechos que para los venezolanos siempre han sido emblemáticos como parte de su historia. Por ejemplo, está el triunfo de Irene Sáez en el Miss Universo o el éxito internacional de las telenovelas venezolanas, que incluso llegaron a detener momentáneamente conflictos bélicos.

También quisieron presentar el estudio realizado por el hermano de Arturo Úslar Pietri, Juan Úslar, sobre el convulso año 1914; el Cesarismo Democrático propuesto por Laureano Vallenilla Lanz; o la generación del 28 -estudiantes universitarios que en 1928 se enfrentaron al régimen de Juan Vicente Gómez.​

Una conocida cuña de un detergente sirvió para mostrar la transición de una Fiscal del chavismo a la oposición: “Toc, Toc, puede pasar con confianza va a verme limpiecita como un sol”.  Y recordaron a una primera dama que creó un programa de televisión infantil que marcó a toda una generación, animado por dos personajes curiosos, Potamito y Corroncho: Sopotocientos amigos.

Francisco de Miranda, Renny Ottolina, Henrique Capriles Radonski y Leopoldo López, son sólo algunos de los personajes que no pudieron escaparse de ser dibujados en su historieta. Ni Carlos Gardel se salvó, cuando a su paso por Venezuela le cantó a Juan Vicente Gómez:  "Pobre gallo bataraz / se te está abriendo el pellejo / ya ni pa´dar un consejo / como dicen te encontrás / porque estás enclenque y viejo pobre gallo bataraz...".

El célebre Discursos de Angostura del 15 de febrero de 1819 –en que trabajaría durante tres meses de Simón Bolívar; la creación del bisturí de diamante por parte de Humberto Fernández Moran –quien no obtuvo el Nobel por no querer perder su nacionalidad venezolana-; La búsqueda del Dorado en tierras venezolanas –que 300 años después surgiría como la mayor reserva de petróleo del mundo; o las manifestaciones antigubernamentales de los últimos años, son algunos de los muchos aspectos tratados en Historieta de Venezuela: de Macuro a Maduro.

Para el próximo

Edo terminó el encuentro comentando que los venezolanos que han tenido que emigrar también han sido reflejados en el libro. “Queremos traducir la historieta al inglés para que llegue a todos los amigos de la diáspora”, dijo.

Pese a que Laureano y Edo fueron exhaustivos en su investigación y propuesta, la historia siempre es tan compleja y rica que siempre queda algún aspecto no contado que merece la pena incluir en próximas ediciones. “La próxima vez vamos a colocar a José Gregorio Hernández asomado en la baranda del CNE”, bromeó Laureano al recordar al médico que los venezolanos quieren ver en los altares y al emblemático espacio seguido durante las tensas horas de los procesos electorales en Venezuela.