“Dos en 2. Trazos y letras” de José Balza y Óscar Marcano

El jueves 24 de enero, a las 20 horas, tiene lugar la inauguración de la muestra "Dos en 2. Trazos y letras" de José Balza y Óscar Marcano en los espacios del Centro de Arte Moderno de Madrid (Calle Galileo 52). Entrada libre hasta completar el aforo.

Bajo la curaduría de Marisa Mena (Editora y codirectora de Editemos, editorial especializada en libros de arte), la asistencia general de Luis Velázquez y el montaje en sala del equipo del Centro de Arte Moderno, la propuesta se entromete en la intimidad de dos escritores venezolanos y devela sin pretensiones y con la espontaneidad del apunte una faceta plástica que hasta ahora ha estado limitada a sus libretas de anotaciones y papeles de vida diaria.

Castillitos. Así llama Oscar Marcano (La Guaira, estado Vargas, Venezuela, 1958) a sus dibujos en tinta sobre papel. Suele dedicarse a este ejercicio, a diario, en ratos de soledad o de conversa doméstica. Como si arribara a una isla, al llegar de la calle se sienta en una esquina del comedor, en la cocina, acompañado de libretas y una sonriente cesta cargada de marcadores de gel, organizados por gama de colores en potes de comida china.

Los acomete con naturalidad, como una práctica de introspección y silencio. Como un acto reflejo, un pulso. Traza primero una estructura dejando a la mano pensar y moverse a su aire, mientras transcurren solo segundos. Primero un croquis o silueta y dentro un esqueleto de celdas geométricas en mosaico. De seguidas, como pasando a otro estado en el trayecto de inmersión, se detiene brevemente a descubrir la forma que ha salido y prosigue en lo que podemos llamar la cristalización del castillo, la aparición del color al trasluz, la composición cromática. Esta parte es más lenta, detallada. Rellena cada una de las ventanas mientras se adentra en las profundidades del gesto y el gusto de una desconocida aparición.

Las libretas se acaban y son renovadas dando cuenta de un tiempo detenido. Incluso un oportuno empaque de papel le puede servir de soporte. La familia de edificaciones bien puede ser vista como retratos o estados anímicos, empleados en armarse una y otra vez. Al igual que los ritos, los mitos, cada uno es otro y el mismo. Él la llama su “terapia ocupacional”(Josefina Núñez, extracto del panel de sala).

José Balza,10-03-2008, CaracasAnotaciones pictóricas. De los cuadernos y ejercicios narrativos a las libretas de bocetos y dibujos, nada pasa desapercibido a los ojos de José Balza (San Rafael de Manamo, Delta del Orinoco, Venezuela, 17 de diciembre de 1939), para quien «Observar es también el camino más breve hacia la felicidad. Sobre todo cuando se cumple ante el cuerpo amado, el paisaje buscado, la tarea ideal, la obra de arte». Balza anota todo lo que nota y de todo eso cuentan sus dibujos. Hechos con la idea de registrar un momento, una experiencia querida, los personajes que viven sus ficciones, el bolero que escucha o el poema que una vez hizo la diferencia, obligado es salir al paso de su mano resuelta, que tan atinada resulta para dibujar o pintar como ligera para desgarrar, regalar u olvidar el fruto de sus dedos. No debe ser casualidad que sea esta la segunda vez ―la primera fue la Sala Mendoza, Caracas, 2015― que alguien se empeña en observar estas obras con otro mirar, y contra el miramiento pudoroso de un Balza incrédulo, afanado en guardar para sí estas piezas, hayamos decidido mostrarlas junto a sus letras, con la seguridad de estar descubriendo una faceta íntima que corresponde develar.

Oscar Marcano, fotografiado por Josefina NúñezDel gesto entintado abstracto a la caligrafía entrometida en las manchas de color; de la suavidad acuosa de la acuarela a la profusión del trazo en creyón o lápiz. Pinceladas sueltas y prolijas formulan el paisaje deltano que tanto ama, mientras el mismo pulso alzado se deja llevar en la bruma desdibujada de una escena o fija su técnica para perfilar un semblante. Es la presente una selección que priva la semblanza vegetal frente a otros contenidos. ¿La razón? Es precisamente ahí, en la espesura de rasgos vegetales que hablan de morichal, río, selva y montaña, donde se trasluce la verdadera esencia de Balza con sus múltiples rostros, sin dejar de ser siempre uno mismo: su autorretrato.

"Dos en 2" es un proyecto que recoge diversas propuestas ancladas en la doble dimensión arte-literatura. Trazos y letras de José Balza y Oscar Marcano inaugura este ciclo, a través del cual queremos compartir trabajos plásticos ligados de alguna manera a la actividad literaria y viceversa. Es este el anclaje fundamental para entender la exposición que presentamos, pues además de las piezas seleccionadas, el público podrá hacerse una idea de la anchura literaria de cada escritor a partir de algunos extractos de sus textos en sala.