La revolución niega la oportunidad

Una amiga, a quien jamás he visto, pero que la considero compañera porque me une a ella su lucha -la misma de la inmensa mayoría de los venezolanos- me escribe para contarme como el régimen instalado en este país anclado en Suramérica, le niega oportunidades de crecimiento académico y por ende profesionales, a los mejores; a quienes estudian y esfuerzan cada día por alcanzar la excelencia en su formación.

Es que en en esta tierra, lo importante, lo que merece una recompensa u oportunidad, es la trampa, el guiso, la viveza e incapacidad. Ejemplos sobran.

¿Quiénes ocupan cargos de ministros, vice ministros o directores de institutos autónomos que nada resuelven? ¿Quiénes son ascendidos en las Fuerzas Armadas que a nadie defiende? ¿Quiénes dirigen los centros hospitalarios que no brindan salud? ¿Quiénes son los nuevos dueños de medios que imponen censura y restringen la información veraz y la opinión plural? ¿Quiénes son los "empresarios de maletín" que han arruinado al país y que nada producen? ¿Quiénes manejan el tema eléctrico o petrolero que mantiene a oscuras al pais? ¿Quién se sienta en Miraflores y nos convirtió en una colonia cubana, con la más grande inflación del continente y un pueblo cada vez más empobrecido? La lista es interminable y la respuesta una: quienes no están preparados para ejercer dichas funciones.

Volviendo a mi amiga, a través del email me cuenta la negativa que su hijo (me reservo el nombre) ha recibido del régimen para continuar con sus estudios en el exterior. Aquí parte de su misiva: "mi hijo es graduado summa cum laude como Licenciado en Educación Mención Idiomas Modernos de la Universidad del Zulia; distinción ésta que casi se la escamotean por aquello de las vilezas de los cogollos académicos y por el cual, como Abogado, luché judicialmente porque era su mérito, su esfuerzo, su lucha que convertí en mía. Por su buen desempeño fue seleccionado para dar clases de español en el convenio LUZ-Embajada de Francia, lo cual cumplió de octubre 2014 a abril 2015. Regresó a Venezuela exactamente el 05 de mayo de este año, pero como dice el escritor Leonardo Padrón, 'ahora las madres luchamos para que los hijos se aparten de nuestro lado'. Tuve que incentivarlo a que se marchara a continuar estudios de Postgrado en Francia. Desde aquí, Venezuela, aplicó a varias universidades francesa y en todas fue admitido. El escogió hacer un Postgrado en lingüística en La Sorbona de París.

Antes de irse aplicó a Cencoex para obtener dólares estudiantiles preferenciales. Pues bien, ayer le respondieron vía email, textualmente: ...Por incumplimiento de la condición establecida en los artículos 2 y 3 numeral 2 de la Providencia aludida, según los cuales la persona que solicite la autorización debe encontrarse 'residenciado permanentemente en la República Bolivariana de Venezuela'; siendo que, de la documentación consignada, se evidencia que reside en el extranjero, por lo que se encuentra excluido del ámbito de aplicación de la referida Providencia... Considero bien absurda esta respuesta pues si se solicitan los dólares es porque se va a estudiar en el exterior, ¿no cree usted?

Asumo que tal respuesta obedece a que la persona que evalúa no leyó que aún, cuando él estuvo durante 7 meses en Francia, regresó al concluir su contrato de trabajo. Estuvo en Venezuela hasta el 9 de septiembre, cuando regresa nuevamente a Francia para seguir formándose, pero definitivamente estaba residenciado en Venezuela cuando interpuso la solicitud...".

Al leer y releer esta carta solo puedo decir que:

Pobre del país donde los padres le piden a Dios que ayude a sus hijos a conseguir otro país. Miserables los que administrando el dinero del pueblo, discriminan a sus jóvenes. Imperdonables los que sabiendo esto, se hacen la vista gorda o pactan con el régimen. Parafraseando a Andrés Eloy; cuando se tiene un hijo, se tienen todos los hijos del mundo y el daño ocasionado a uno... se siente como propio.

@NituPerez