En Margarita las aguas putrefactas protegieron a Hugo Chávez

Al gobernador del estado Nueva Esparta, en Venezuela, no se le ocurrió nada más inteligente que bombear aguas negras por la avenida Bolívar y otras calles para dispersar la protesta estudiantil y evitar que los manifestantes llegasen a la plaza donde permanece la estatua del hombre que hundió a Venezuela en el estiércol.

“Nada me emociona tanto como ver la mierda correr por mi calle”.

La frase no le pertenece al general Carlos Mata Figueroa, sino a un personaje de Charles Bukovski en su novela “Música de cañerías”, pero seguro que el gobernador de Nueva Esparta la propondrá como consigna revolucionaria tras haber ordenado el pasado lunes que los efectivos de la Guardia Nacional rompieran las tuberías de aguas negras de la estación de servicio La Auyama para dispersar a los manifestantes que habían cumplido con éxito el Plantón y se dirigían a la estatua del expresidente Hugo Chávez.

La grotesca información, que logró ser confirmada por varios portales de noticias en la isla de Margarita, con videos y fotos de las aguas putrefactas corriendo desde La Auyama a la avenida Bolívar, donde se habían concentrado estudiantes, trabajadores y amas de casa en sintonía con la protesta nacional que se celebró en todo el país, fue criticada duramente inclusive por los mismos seguidores del oficialismo, por el peligro a la salud que comportaba para los niños de tres escuelas públicas de ese sector.

La periodista Valentina Quintero, quien ha sido una incansable promotora de las bellezas naturales de la isla de Margarita como destino turístico, se quejó, en su cuenta de Twitter (@valendeviaje), “soltaron las aguas negras en Margarita y corren directo hacia el mar por ave Bolívar. Todo para que estudiantes no pasen”.

Asimismo, durante la noche del lunes, decenas de usuarios de las redes sociales cuestionaron la acción ordenada por el gobernador Mata Figueroa, calificándola de “irresponsable” y “de atentado contra la salus de los habitantes”, ya que las aguas negras esparcidas por la avenida Bolívar no solo llegaron a la avenida La Auyama y otras calles sino que fueron a dar a la zona costera y desembocar en el mar.

“Un crimen ecológico cometen GNB en Porlamar para bloquear manifestante dañando planta de tratamiento aguas negras que van al mar” dijo un ciudadano identificado como Usbaldo Álvarez.

“Si lo de las aguas negras en Margarita es cierto, nos encontramos frente a esbirros medievales capaces de regar la peste” advirtió la escritora Gisela Kozak Rovero.

“Abrir el bombeo de aguas negras en Margarita para dispersar es un delito de lesa humanidad” dijo el usuario Chukita.

Otro tuit, el del usuario Manuel Suarez‏, expresaba con cinismo: Que inteligente gobernador de Margarita: ordenó abrir en Porlamar bomba de aguas negras para desalojar a manifestantes. Ahora Chávez queda rodeado de un mierdero”. En el mismo tenor, Francis García dijo que las “aguas fétidas corren por las calles rumbo a playa #Margarita, y todo para defender la estatua de quien puso la cagada en Vla”.

Por su parte, el vicepresidente de la Asamblea Nacional, Freddy Guevara, denunció que durante esa jornada de protesta pacífica fue detenida por la GBN la diputada Yanet Fermín, mientras intentaba mediar con los funcionarios para que cesaran la represión durante el plantón y que no se llevarán detenidos a ocho estudiantes, “lo que comporta una violación del artículo 200 de la Constitución Nacional, que le concede inmunidad parlamentaria”. Los detenidos fueron trasladados al destacamento Los Cocos, y posteriormente la diputada fue liberada, mas no ocurrió lo mismo con los estudiantes. En fin, como suele cantar Joaquín Sabina en su Inventario, “…el arduo aprendizaje del respeto, las heridas que ya ni Dios nos quita y la mierda que arrastramos sin remedio”.