¿Duerme usted, señor presidente? de Caupolicán Ovalles se reedita en Madrid

La edición conmemorativa de ¿Duerme usted, señor presidente? de Caupolicán Ovalles (1936-2001) se presenta en Madrid el 15 de septiembre, a las 19:30 horas, en la librería Sin Tarima Libros (calle Magdalena, 32). 

Caupolicán Ovalles ¿Duerme usted, señor presidente? fue publicado por primera en mayo de 1962. Caupolicán Ovalles escribió este poema cuando tenía 25 años, específicamente cuando fundaba El Techo de la Ballena, un grupo literario compuesto por varios escritores que transformó la literatura venezolana por su radicalidad política y el uso de nuevas técnicas, estructuras y temáticas en la creación literaria. 

El 15 de septiembre, venezolanos y españoles podrán disfrutar de la edición conmemorativa que edita en esta oportunidad Ediciones La Palma y la Fundación Caupolicán Ovalles, con el prólogo original del gran escritor Adriano González León: “Investigación de las basuras”.

Los espacios de la librería Sin Tarima Libros servirán para presentar este poema fundacional de la poesía vanguardista venezolana que este año celebra su 55 º aniversario. De esta manera, se le rinde homenaje a Caupolicán Ovalles, poeta que perteneció al movimiento literario de su época.

Este volumen de ¿Duerme usted, señor presidente? también está acompañado con una serie de dibujos que realizó el poeta y dos estudios escritos por el poeta Miguel Marcotrigiano y el investigador Francisco Ardiles. La foto de portada es del reconocido fotógrafo Vasco Szinetar.

El novelista español J.J. Armas Marcelo, director la Catedra Vargas Llosa, y el narrador venezolano radicado en Madrid, Juan Carlos Chirinos, son los encargados de presentar la nueva edición de este poemario. Armas Marcelo fue amigo personal de Caupolicán y conoce su obra profundamente, mientras que Chirinos acaba de publicar su ensayoVenezuela. Biografía de un suicidio”, que en tres oportunidades cita a Caupolicán.

Sobre El Techo de la Ballena

La historia de El Techo de la Ballena puede resumirse a partir de una serie de documentos, poemas, manifiestos, exposiciones y experimentos estéticos de intervención urbana que develaron las vetas de una retórica anarquista, que fue el resultado de unos cuantos años de intensa lucha política, estética y cultural.

El humor viscoso, los fueros y desafueros contestatarios, el grito deslucido de los objetos y la descomposición, la irreverencia de la palabra y el expresionismo del arte informalista, corrieron irresponsablemente por las calles de la Caracas por esos años para dejarnos unas cuántas anécdotas inolvidables y algunas páginas de escritura imprescindible como el poema de Ovalles.

La sumatoria de toda la obra publicada por los autores que pertenecieron a El Techo de la Ballena supone tan solo el manojo de una parcela exigua de folios pero la trascendencia que todavía tienen hoy en día, supone un salto ecuestre de la imaginación artística. Si se mira desde este punto de vista, el poema de Ovalles representó una de las renovaciones más importantes de la literatura latinoamericana del momento.

Su trascendencia se funda en el interés que despertó el hecho de abordar temas relacionados con la política y la satirización de la problemática del poder. Todo esto se encarnó en la figura descompuesta de un presidente mediocre y convirtió al texto escrito por un muchacho graduado en Salamanca, en el símbolo de la liberación y la metáfora central de las luchas sociales en Venezuela.

Para entender la cultura venezolana de los años 60

Si bien ¿Duerme usted, señor presidente? puede parecer una nimiedad con respecto a la totalidad de la producción literaria venezolana del siglo XX, su verdad experimental, significación simbólica y sobre todo, su dimensión estética, nos da en la cara para desmentir las mistificaciones del poder.

¿Duerme usted, señor presidente? nos habla de un sistema corrompido que se pierde en el firmamento de las promesas a medias aceptadas. Los lectores que de nuevo se encuentren con sus palabras no tardarán mucho tiempo en identificarse con la rabia y la desazón que respira en los versos, y en entender, sobre todo entender, que es lo más complicado que se puede hacer cuando se lee, que esta humilde contribución discursiva, poética e iconoclasta de Caupolicán Ovalles, significó, en su momento, el impacto más explosivo generado por un poeta, en la temerosa, tímida y parvularia cultura venezolana de los años 60.