Daniela Alvarado: “Se ha creado una solidaridad en el gremio que a lo mejor antes no existía”

En éste, un viaje de compromisos profesionales que la han traído a tierras catalanas, la que desde muy corta edad ha sido primera actriz venezolana, Daniela Alvarado, abre su corazón a Venezuelan Press para confesarnos que nada le gustaría más que ser madre y que, hasta que no se presente otra oportunidad, su lugar está en el país que la vio nacer.

Fotos: Joaquín Ferrer

Venezuelan Press con Daniela Alvarado. Foto: Joaquín FerrerSus pecas de niña traviesa nos introducen en la conversación, para no tardar en darnos cuenta de que la seguridad con la que habla es el indicio más claro de la precocidad de su talento. Daniela Alvarado, la muchachita que vimos crecer a través del cine y la televisión venezolana, “se nos hizo mayor”.

A la Ciudad Condal la trae su participación en dos obras de teatro: "Me entero de la venta de los derechos de autor de A 2,50 la Cubalibre" explica. "La primera opción era llevarla a Madrid, pero Ibrahim Guerra, su autor, opta por otro productor, Robert Chacón. Se la quería traer a Barcelona... Me autoinvité. La estuve haciendo en Venezuela dos años, así que me la conocía". Pero 'el cuento' no termina ahí.

“Cuando Héctor Moreno (actor y director venezolano radicado en Cataluña) se entera de que voy a venir, me propone participar en Piscopatía Jauja, junto con Isabela Méndez y Elizabeth Urbina. Le dije que mientras no coincidiesen los días de presentación de los dos montajes, ningún problema, y se dió”. Tiene claro que su paso por España es “temporal”.

“Sé a lo que vine. No me gusta esa cosa de 'voy a probar a ver qué tal'... ya no tengo veinte años. Vine por tres meses y luego me devuelvo. Ahora, si saliera una oportunidad 'más allá de', claro, me lo plantearía, pero si no, no pasa nada”.

A esta opinión, sigue el hilo la siguiente, dado que las circunstancias de nuestro país hace que mucha gente se esté yendo desesperada: “Lo que critico es que la gente no se organice para salir. El punto no es si te fuiste asustado o huyendo; sino que no se puede llegar aquí y pretender que te den trabajo inmediatamente. Es algo que tiene que ver con la actitud del venezolano. Pasa mucho”.

Porque es que, además, esta “ciudadana española” descendiente de abuelos canarios y asturianos, sabe lo difícil que lo pone la Administración, aún teniendo la nacionalidad.

“Yo estoy haciendo mis trámites para el DNI, y nada más para eso he tenido que llamar no sé cuántas veces al 060... Sabía de lo complicado en Estados Unidos, ¡pero aquí!”.

Una infancia normal

  • Daniela Alvarado en Barcelona. Foto: Joaquín FerrerTú empezaste siendo muy pequeñita en la película Macu, la mujer del policía.
  • Sí, tenía cuatro años. Mi papá (Daniel Alvarado), hacía un personaje muy fuerte y, justo, tenía que tener dos hijos de la edad mía y de mi hermano. La directora, Solveig Hoogesteijn, le dijo que buscara unos niños que a él les cayera bien y con esa energía tan negativa que estaba manejando no era fácil; porque igual tenían que abrazarlo y quererlo como si fuera su papá. Así que le propuso que fuéramos nosotros mismos, y fue lo más cómodo.
  • ¿Y cuándo recibes tus primeras clases de actuación?
  • En ningún momento. Me formé sobre la marcha. Es como cuando te crías en una casa donde todos son médicos... para nosotros era normal un set de filmación, o que a la casa vinieran actores, escritores... vivir rodeada de creación constante fue maravilloso.
  • ¿Cómo hacías para compaginar la escuela con tu trabajo en la pantalla chica?
  • Me daba tiempo. Aunque, en esa época, si tenías que trabajar hasta las cuatro de la mañana, hasta esa hora te quedabas. No existía la Lopna ni nada de eso. Ahora, a las seis de la tarde el niño ya tiene que irse a casa, lo cual me parece bien, porque aparte de hacer las tareas, tiene que jugar, ver televisión... Puede sonar cliché, pero yo estoy muy agradecida porque mis padres me dejaron hacer siempre lo que quise y no por eso dejé de ser niña. Bastante que jugué con muñecas y bastantes Barbies que tuve.

“La única decisión que tomaron por mí fue cuando, a mis 17 años, me llaman de RCTV para hacer Mariú, de Julio César Mármol. Yo no quería, pero fue lo mejor que me pudo pasar”. Sí, habla de la misma telenovela por la que fue catalogada por los críticos como la “mejor actriz dramática” desde Doris Wells.

Del chavismo en el arte y otras cosas

  • Daniela Alvarado. Foto: Joaquín Ferrer¿Un artista puede o debe dar su opinión política?
  • Mira, la posición por ejemplo en la que están ahora los artistas que apoyan al gobierno, tiene que ser la de ser fiel con lo que dicen. El trabajo de ellos en estos momentos es twittear, postear en Instagram... porque si salieron hace dos años a decir todas las burradas que dijeron, pues ahora que asuman lo que han defendido. Acuérdense que ustedes están aquí, pero yo veo lo que está pasando alla. Sé que lo que ellos “se están metiendo”, que es para tirar pa'l techo. A mí Winston (Vallenilla) nunca me va a dar trabajo; Roque (Valero), tampoco. Prefiero quedarme con el recuerdo del Roque con el que yo trabajé (en A todo corazón), al que puedo conseguírmelo en la calle y saludarle. Pero hay muchas cosas que me duelen igual. En algún momento se las diré (incluye a Jorge Reyes), en la cara; no por aquí ni en redes sociales, tomándonos un café... porque como yo ya no bebo alcohol.
  • ...pero volviendo a la preguna anterior.
  • Sí, yo tengo una posición política como actriz. Eso de que 'tú te debes al público', no. Primero que nada yo me debo a mí misma. Al público, cuando me monto en un escenario; de resto, soy un ser común y corriente que pasa las mismas ronchas y se tiene que bañar con tobo o aguantar que el agua en Caracas salga amarilla.

En la reciente concentración en pro del referéndum, realizada en la Plaza Universidad de la capital catalana, un 'espontáneo' le increpó: “me imagino por que tu papá y tu hermano no están aquí”. Argumenta porque este hombre está equivocado.

“Quien tiene un poquito de cultura, debe recordar que mi padre cuando cantaba gaitas, eran letras de protesta. Él siempre fue izquierdista, revolucionario... pero del lado correcto, de los que la pasan mal”.

La Villa del Cine

Daniela Alvarado. Foto Joaquín Ferrer“Me da mucha risa cuando vienen y te dicen: 'bueno, pero a ti te llamaron de La Villa del Cine (VC), deberías estar agradecida'. No, al revés, La VC tendría que estar agradecida conmigo de aceptar que trabajara con ellos, para que la película fuera a verla alguien”. Así de sincera se expresa Alvarado.

Para quienes nos perdemos en la profusión de organismos e instituciones estatales creados en los últimos años en la era chavista, La Villa del Cine es una productora cinematográfica creada en 2006 para 'promover los valores de la identidad nacional'. "Lo que la gente no entiende es que si a una película le faltan tres lochas para completar una escena, a lo mejor interviene la VC y da lo que falta, y eso basta para que crean que la producción les pertenece”, sentencia. “No me interesa trabajar con La Villa del Cine, lo digo, lo repito y que se sepa. Cuando participo es porque el director me llama, no tiene nada que ver una cosa con la otra".

Azul y no tan rosa... y las que vienen

“Yo participé en un papel muy pequeñito. Cuando ganó el Goya a Mejor película extranjera, todos estábamos ahí. La cara de Javier Bardem era de un asombro, viendo a todo un elenco en el escenario y el único que hablaba era el director (risas)”.

Así rememora la actriz al hablar de Azul y no tan rosa, la pelicula de Miguel Ferrari premiada con este galardón en 2014. También nos adelanta que este último se encuentra en plena filmación de La noche de las dos lunas.

¿Y tú? ¿Qué proyectos tienes próximamente?

Daniela Alvarado. Foto: Joaquín Ferrer"Bueno, en cuanto a cine, este diciembre estreno El show de Willy, dirigida por Fernando Venturini, y Solteras y disponibles, de Carlos Malavé, un film que lo saca de su zona de confort, ya que siempre ha estado dirigiendo dramas de acción. Ambos trabajos están muy divertidos. Pero aparte, con la productora que tengo hace un año con José Manuel Suárez, Big Dreams Producciones, seguiremos montando teatro de pequeño formato en las salas 2 y 20 del Urban Couple del CCCT. Donde antes había un gran bingo, ahora hay un gigantesco espacio en 3 pisos, que puede llegar a albergar hasta veinte salas, construidas con tabiquería, para microteatro, con capacidad para 48 personas cada una". Cuenta Dniela que esta iniciativa no está carente de dificultades, como todo en la Venezuela de hoy.

"Con el tema del racionamiento de electricidad, ya no te permiten tener más de dos focos (luces) en cada presentación, y si por 'mala pata' se te quema el bombillo, tienes que traerlo de Colombia y cada uno cuesta 250 mil bolívares. Usamos algo también que se llama 'Cuarzo', que proyecta mejor la luz por sus características, pero se queman mucho y también son muy costosos".

La situación de escasez que vive la nación, ha obligado al mundo artístico a ser más solidario. "Tanto como que necesitas un tirro -que aquí le dicen charter- cableado o ropa, hay que currárselo. Pero como todos estamos en la misma situación, ninguno tiene más dinero que el otro, nos ayudamos entre todos y buscamos la manera de darle la vuelta. Además, pasa algo muy particular. El día en que pasa de todo, políticamente hablando, en Caracas, es cuando se nos repleta la función. Claro, somos una vía de escape. Después lo entendí".

Presentaciones en Barcelona

PSICOPATIA JAUJA

Lugar: Casa Gracia. Paseo de Gracia, 116.

Días: Martes y domingos de septiembre 2016

Hora: Pases a las 20, 20:30, 21 y 21:30 horas

 

A 2,50 LA CUBALIBRE

Lugar: Café Kafka. Calle Fusina, 7.

Día: Todos los jueves hasta el 27 de octubre 2016

Hora: a las 21:30 horas

Entradas a la venta: pinche aquí