El crespúsculo del hebraísta, la novela psicohistórica que algunos políticos deberían leer

Los tiempos revueltos de la Reforma luterana y los juegos de poder de entonces, se llevaron consigo los intentos del filósofo humanista alemán Johannes Reuchlin, quien quiso corregir los textos bíblicos tras profundizar en el hebreo. Su legado, más que oportuno, lo trae de nuevo a cuentas el escritor Atanasio Alegre con la presentación de El crespúsculo del hebraísta, este 12 de junio en la Asociación de Escritores y Artistas Españoles en la calle Leganitos 10, a las 20:00 horas.

Acusado de hereje, perseguido por conversos judíos al cristianismo, el filósofo humanista alemán Johannes Reuchlin, víctima de los tiempos convulsos de la Reforma luterana, del poder y de “los bamboleos de la corrupción” -como si se tratara de un titular de hoy-, renace en la pluma del escritor español Atanasio Alegre en El crespúsculo del hebraísta.

Entonces, en los preludios del Renacimiento, ni la Vulgata, ni otros textos bíblicos serían revisados. El interés de Reuchlin por la Cábala, unida a la vuelta a la Antigüedad clásica grecolatina para renovar la iglesia y estrechar los lazos entre ciencia y fe, condenaron sus días. Sin embargo, aún así, fue vano todo intento de borrarlo, y a través de esta novela psicohistórica se proclama su lugar como introductor del Humanismo en Alemania, maestro de hebreo de Lutero, pero sobre todo, un testigo de esa época de crisis que Atanasio Alegre considera “tan parecida a la nuestra”.

Kalathos ediciones, de joven data en España y conocida en Estados Unidos y Latinoamérica, publica esta novela donde se hace vivo el filósofo alemán. “Pico de la Mirandola (…) Fue quien me dijo que sin la presencia de la cultura hebrea, al trípode en que pretendía sostenerse al movimiento humanista, le faltaba una pata. Esa era una cultura con dos textos fundamentales, la Cábala y el Talmud”.

Al romper con las tradiciones medievales, Reuchlin dirige los focos hacia sus escritos que una y otra vez son vistos y absueltos, pero deja claro el autor de El crespúsculo del hebraísta, que finalmente al papa León X y al emperador Carlos V les hacía falta el apoyo de los dominicos contra el protestantismo, que estaba en pleno auge en Alemania. Eran los miembros de la orden dominicana los que habían echado a andar la supresión de los libros que aparentemente ofendían al Cristianismo.

A este personaje de origen humilde y de adquirida erudición en las mejores universidades de la época, también le fueron encomendadas tareas en la diplomacia como embajador en Litz. Estudioso incansable, y también jurista, que jamás dejó de ser cristiano, ni de honrar a la iglesia a pesar de sus hallazgos, la tuerca se le giró contra sí mismo: el libro Augenspiegel, en el que pide la no incineración de los textos judíos, es el que los teólogos de Colonia recomiendan censurar.

El autor de esta novela psicohistórica centrada en los aportes de Reuchlin y sus vehementes postulados, ha publicado más de una docena de libros entre novelas y ensayos donde se destacan Relatos, Ruidos de la calle (Planeta), Caracas irredenta (Didot), Los Mansos o el síndrome del paraíso (Academia Venezolana de la Lengua). Es Individuo de Número de la Academia Venezolana de la Lengua (Letra Ch) Correspondiente de la Real Española.

Para esta ocasión, la Asociación de Escritores y Artistas Españoles acogerá a Francisco Javier Pérez, secretario general de la asociación de academias de la lengua española y Emilio Porta, secretario general de esta casa, quienes presentarán la novela en cuyo prefacio se cita al psiquiatra austríaco Ernst Kretschmer: “en tiempos de crisis, corréis el peligro de ser gobernados por quienes deberían haber sido vuestros pacientes en tiempos normales”.